Vaciando corchos
El otro día decidí que me voy a llevar el corcho que tengo en la pared a mi piso de Granada y hoy, como buen domingo por la tarde que es, no tengo nada que hacer y he decidido vaciarlo. No sabía que vaciar un corcho era tan duro. Al quitar las chinchetas no me he topado con simples papeles; me he topado con sonrisas y recuerdos. Una cajita para las chinchetas, que me llevaré a Granada; otra para los recuerdos , que se quedará en un rincón de mi habitación. Lo primero que he quitado ha sido el programa del musical 'Los Miserables' que fui a ver al Víctor Villegas en Murcia y la entrada que estaba justo al lado. No he podido evitar sonreír al recordar que lloré como una magdalena al terminar la actuación. También estaban el programa y la entrada del ballet moldavo que vino hace unos años a Torrevieja y que representó El Lago de los Cisnes, el cual fui a ver con dos amigas. La entrada de los dos conciertos de Pablo Alborán, la entrada del Museo del Greco en Toledo, la