Efímero (III)
No he mencionado delante de nadie que solo (te) nombro en sueños, en voz baja, susurrando(te). Que te describo en pentagramas y te pienso en braille. Que mis dedos juguetean uniendo lunares en tu espalda formando constelaciones, que bailan sobre ellos, que recorren tu Geografía. Que estoy perdida en el mapa, que no entiendo de planos si son tus manos, si es tu piel, si son tus besos.Y es que de pensarlo me pierdo hasta en tu mirada, triste y cansada, viva y alegre. Pero solo en sueños, parpadeos rápidos, suspiros, instantes, sonrisas, lágrimas te rozo, en los que vienes a mi mente y te me difuminas.
No sé si quiero seguir reteniéndote en mis pensamientos, más bien me pregunto si debería. Aunque bien sé que debo soltar la cuerda que te ata a mí. Pero ya lo has hecho tú. O lo que sea que rige el destino de la gente. Te has ido. Te has subido al tren y no sabes si tiene billete de vuelta. Más bien no lo sé yo, o no quiero saberlo. Te has ido. Quizás para siempre. Quizás...
Ahora ya eres pasado, fuiste imperfecto. Eres recuerdos, fuiste instantes. Eres sonrisas, fuiste lágrimas. Eres historia, fuiste presente. Eres y fuiste imposible. Y lo seguirás siendo. Eres y fuiste efímero.
Pero serás eterno.
En mi memoria, en mis recuerdos, en las páginas de los libros, en el guión de una película, en la lluvia, en los mapas, en las notas de tu música, en las sonrisas de la gente, en el viento, en el mar.
¡Qué misterio saber si te volveré a ver o no!
Mientras tanto seguiremos siendo anónimos por las calles de Madrid, en mis sueños, donde quizás aparezcas algún día, ya ves, sin querer, o queriendo (te).
Adiós, mi corazón.
No sé si quiero seguir reteniéndote en mis pensamientos, más bien me pregunto si debería. Aunque bien sé que debo soltar la cuerda que te ata a mí. Pero ya lo has hecho tú. O lo que sea que rige el destino de la gente. Te has ido. Te has subido al tren y no sabes si tiene billete de vuelta. Más bien no lo sé yo, o no quiero saberlo. Te has ido. Quizás para siempre. Quizás...
Ahora ya eres pasado, fuiste imperfecto. Eres recuerdos, fuiste instantes. Eres sonrisas, fuiste lágrimas. Eres historia, fuiste presente. Eres y fuiste imposible. Y lo seguirás siendo. Eres y fuiste efímero.
Pero serás eterno.
En mi memoria, en mis recuerdos, en las páginas de los libros, en el guión de una película, en la lluvia, en los mapas, en las notas de tu música, en las sonrisas de la gente, en el viento, en el mar.
¡Qué misterio saber si te volveré a ver o no!
Mientras tanto seguiremos siendo anónimos por las calles de Madrid, en mis sueños, donde quizás aparezcas algún día, ya ves, sin querer, o queriendo (te).
Adiós, mi corazón.
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