Nueva etapa

Queridos lectores,
  Os escribo desde mi habitación del séptimo piso en una ciudad que me da más vértigo que la altura del edificio. ¡Ya estoy en Granada! (Y ya tengo wifi para poder escribiros). Y qué bonita  es.
  Llevo casi dos semanas aquí, viviendo nuevas experiencias, adentrándome en esta nueva etapa de mi vida que he decidido empezar a vivir ya: La universidad, la independencia, ciudad nueva, gente desconocida. La mayoría de los que han estudiado una carrera dicen recordar los años de universidad como los mejores de su vida... A mí me queda un poco para poder sumarme a esa opinión o no, de momento solo puedo decir que el miedo a lo desconocido está presente pero en mi interior la adrenalina me hace sentir fascinación y curiosidad a eso y me hace querer seguir adentrándome en esta aventura. 
  Os mentiría si os dijera que los primeros días he estado super bien, que no he llorado, pero mirad: NO. Se echa todo muchísimo de menos. Y yo, que siempre he sido muy de mi pueblo, de mi casa, de mi familia y amigos, salir así de repente ha sido un choque importante. Pero es ley de vida, algún día tenía que pasar, y cuanto antes pasara la calentura mejor... O eso es lo que he estado repitiendo en mi cabeza.  Se acabaron los "mamá, ¿qué hay de comer?", el tenerlo todo hecho, y empieza el salir a buscarse la vida (literalmente): si te hace falta algo tienes que ir tú a comprarlo, si tienes hambre te lo cocinas tú, tienes que administrarte económicamente (mirad las ofertas del super). Las comodidades desaparecen. Pero veamos todo esto como un aprendizaje.
  Granada es una ciudad muy grande y a mi se me hace aun más grande después de estar 18 años viviendo en un pueblo de poco más de 5000 habitantes de la costa alicantina. He aprendido a coger un autobús (los cuales por mi pueblo casi no pasaban), a subir y bajar las cuestas interminables para llegar a los sitios, a hacer la compra de la semana, a mejorar mis dotes culinarias (muy poco). Granada es una ciudad viva, en la que las calles y la gente rebosan alegría, o al menos eso es lo que me transmite a mí. Pasear por el centro, tan lleno de luz, aun siendo de noche, me encanta. Tanta historia en cada rincón. Es una ciudad a caballo entre el pasado y el presente.
  Estoy empezando a vivir la experiencia universitaria (los jueves se sale de fiesta por Pedro Antonio de Alarcón, la calle de los pubs). Lo más curioso es lo de compartir piso. Estoy con un amigo mío de toda la vida y con dos que no conocía, pero que ahora, a pesar del poco tiempo que llevamos, la confianza  y el buen rollo es genial. También hemos hecho buenas migas con la vecina y casi siempre estamos en casa jugando a las cartas, viendo pelis, (viendo el Tarot, que es muy gracioso si lo sacas de contexto) o salimos a visitar la ciudad. De verdad estoy contentísima con mis compañeros de piso. Me recuerda un poco a la serie New Girl: chica que comparte piso con tres chicos y las situaciones que se dan.
  En cuanto a la universidad, he de decir en primer lugar que mi facultad es la más bonita de todas, le pese a quien le pese. Resulta que fue construida por los Jesuitas como residencia a principios del siglo XIX y está en el Campus de la Cartuja. Lo único que no me gusta es que está en un cerro, y las cuestas y las escaleras son importantes... Pero las vistas de la ciudad son preciosas. Para los curiosos os informo de que estoy estudiando el Grado en Comunicación Audiovisual. Estoy muy entusiasmada con la carrera y las asignaturas (quitando alguna...) me parecen muy interesantes. Así que ahora toca ponerse las pilas e ir a por todas.
  Os seguiré escribiendo sobre cómo va avanzando la cosa pero en otro ratito que saque entre exámenes y trabajos. Ahora me voy a seguir investigando por la ciudad.
  Saludos desde Granada.

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